Valloria (Las Aldehuelas)
EL CASTILLEJO DE VALLORIA
Como buena parte de los castros del Cidacos, conocemos El Castillejo de Valloria gracias a los trabajos de prospección que Pilar Pascual e Hilario Pascual realizaron a finales de la década de los setenta y publican en 1984.
Llegar a la base de El Castillejo desde Valloria es muy sencillo y rápido. Basta seguir la carretera dirección Soria unos 500 m para alcanzar la base del espolón fluvial del Cidacos en el que se emplaza, rodeado el castro por el río a poniente y sur. Es fácil reconocerlo por la abundancia de piedra que se acumula y desciende en su sector meridional, los restos de su muralla y bastión, con parte de su piedra reaprovechada para habilitar cerrados tradicionales.
El poblado mantiene las pautas constructivas y urbanísticas que son referentes de los castros comarcales de la Segunda Edad de Hierro. Este urbanismo viene marcado por un bastión precedido de foso que cierra el flanco más accesible del espolón fluvial, el noreste, proyectado en una muralla hasta aislarlo. En este caso, parece que la muralla se extendió también por el norte, o al menos un paramento que protegía la caída hacia el río por este lado.
Los restos cerámicos y algunos fragmentos de adobe ruedan por laderas más acogedoras, las meridionales, donde se escalonarían las viviendas. En el sector superior sólo re han documentado las cerámicas realizadas a mano de la Primera Edad del Hierro (VII-V a.C.); por la ladera meridional y, sobre todo, en la parte baja, se mezclan con las realizadas ya a torno y de cocción oxidante características de la plenitud celtibérica, la Segunda Edad del Hierro (V-II a.C.). Tanto en la plataforma superior como en las laderas se reconocen algunas piedras de moler, todas barquiformes o de vaivén.
El Castillejo de Valloria se presenta como una unidad básica del poblamiento durante la Segunda Edad del Hierro que tiene su origen en el periodo anterior, en torno al siglo V a.C., o poco antes. Junto con sus contemporáneos de la Cordillera Ibérica soriana que ya se vuelcan en el Ebro y que mantienen unas pautas urbanísticas condicionadas por el tipo de defensa descrito, será el modelo de poblado que vestirá y humanizará el paisaje de la sierra durante tres o cuatro siglos, el que se encontrará Roma en su conquista. Este castro de Valloria parece que se abandonó en un momento temprano, sustituido como poblado rector del nacimiento de Cidacos por el muy próximo de La Muela, a menos de 500 m, del que quizás en sus últimas décadas actuó como barrio junto al río.
Texto: Eduardo AP. Imágenes: Eduardo AP y Antonio LC.
Bibliografía básica:
Pascual, P.; Pascual H. (1984): Carta arqueológica de La Rioja. I. El Cidacos. Calahorra.
Alfaro Peña, E. (2005): Castillejos y Villares. Modelos de poblamiento antiguo en el interior del Sistema Ibérico.