Aldealices
LOS CASTELLARES / EL CERCO
Cuatro ayuntamientos de Tierras Altas de Soria dejan a sus espaldas la cuenca del Ebro para volcarse en las laderas meridionales de la cordillera Ibérica de cara al Duero. Uno de ellos es Aldealices, pequeño municipio que tiene inmediato un castro amplio, Los Castellares, mayor que buena parte de sus homónimos contemporáneos de la Segunda Edad del Hierro.
El acceso es sencillo, hay que tomar la pista de parcelaria que sale desde el pueblo a la altura de la iglesia dirección Carrascosa (oriente). Lo tendremos a escasos 800 m, justo tras pasar una suave vaguada que delimita a Los Castellares por el oeste. A este yacimiento también se le ha denominado “El Cerco”, nombre que toma del muro que recorre la cresta de la muralla y cierra todo lo que fue el perímetro protegido por las defensas.
Su sector de muralla más potente, de unos 100 m de longitud, corta su flanco más accesible, el norte y nordeste. No hay que descartar que los derrumbes de piedra que delimitan el sur y sudeste puedan corresponderse con la proyección de la muralla, aunque en estos lados es evidente que tendría menor entidad. El recinto se cerraría con el talud que cae sobre la vaguada oeste, en total poco más de 2 hectáreas si incluimos la muralla.
Extramuros hay evidencias de estructuras y ocupación, tanto en el sur como como en el este y oeste donde, además de ser visibles algunos materiales (básicamente cerámicas y el tono rojo del adobe), se han atestiguado alineamientos de piedras (¿muros?) según observaciones de agricultores locales al pasar la reja del arado. En definitiva, un castro el de Los Castellares que tuvo estructuras de habitación extramuros, circunstancia que ya conoció Blas Taracena, proponiendo unas dimensiones cercanas a las 5 hectáreas.
Los materiales documentados redundan en una cronología avanzada dentro de la Segunda Edad del Hierro: cerámicas celtibéricas tanto finas (decoración pintada con meandros) como toscas (ollas de cocina) y piedras de moler tanto de vaivén como circulares, además de testimoniales fragmentos de cerámicas realizadas a mano, resabios de un pasado inmediato.
Un paseo por las ruinas de Los Castellares, es también un viaje de recreo por estructuras rurales tradicionales vinculadas a la ganadería, ya que este antiguo castro de “El Cerco” muchos siglos después acabó reutilizado como un cerrado pecuario tradicional, en el que aún siguen en pie en su centro, las cuatro paredes de un chozo pastoril.
Los Castellares de Aldealices se presenta como un poblado de la Segunda Edad del Hierro, cuya vida se proyectó durante dos o tres siglos (IV/III – II-I a.C.), un castro amplio, mayor que buena parte de los poblados vecinos contemporáneos, aunque sin duda dependiente y vinculado a la cabeza jerárquica del territorio en esos siglos, Numancia.
Texto: Eduardo AP.
Imágenes: Eduardo AP y Antonio LC.
Bibliografía básica:
Taracena Aguirre, B. (1941): Carta Arqueológica de España. Soria.
Morales Hernández, F. (1995): Carta arqueológica. Soria. La Altiplanicie Soriana.
Liceras-Garrido, R. (2022): La Edad del Hierro en el Alto Duero (Siglos VII a.n.e – I n.e.). Paisajes identidades y poder.