San Andrés de San Pedro (Oncala)
LOS CASTELLARES DE SAN ANDRÉS DE SAN PEDRO
En el sector bajo de la ladera meridional del Cayo nos encontramos el castro de Los Castellares, asomado sobre el lecho del río Linares, que fluye a unos 200 de metros por el sur. Fue dado a conocer por Clemente Sáenz a mediados del siglo pasado y estudiado en las tesis doctorales de F. Romero y J. A. Bachiller tres décadas después, quienes lo integran ya en la Cultura Castreña Soriana.
Su localización es sencilla, pues dista poco más de cien metros de la carretera que une el puerto de Oncala con San Pedro Manrique. Pasado unos 200 m el cruce de Navabellida dirección San Pedro, mirando al sur, veremos levantarse su torre a poco más de esos cien metros de la carretera, bastión coronado por el muro de piedra de un cerrado tradicional.
Su sistema defensivo más evidente y potente es dicho bastión, que corta el flanco más accesible, el descenso de la ladera que baja de El Cayo, el norte. Parece precedido de un ancho foso que puede ser natural. Tienen de particular Los Castellares el recorrido total de su perímetro con muralla, cerrando y protegiendo un espacio interior de 1 hectárea.
El urbanismo interior estuvo dominado por la presencia del gran bastión norte, que de cara al interior del castro debió resaltar por su posición ya de natural sobre elevada respecto a la zona de viviendas. Hay indicios de éstas próximas o adosadas a la muralla en la mitad norte y parece que tuvo un espacio central abierto. Los fragmentos de adobe cocido visibles en algunos puntos apuntan a que los muros de las viviendas se levantaron con este material apoyado en zócalos de piedra. La única entrada que se intuye en todo el recinto está en el suroeste, desde donde se accedería al sector más bajo del espacio central.
Viviendas con alzados de adobe sobre zócalo de mampostería remiten ya a momentos avanzados de la I Edad del Hierro y, sobre todo, a la plenitud celtibérica del Hierro II. Incide en esta cronología la mayor presencia de las cerámicas a torno propias de este momento, aunque también son frecuentes las más características castreñas hechas a mano. No faltan los habituales molinos de vaivén.
Los Castellares de San Andrés es el poblado castreño que controló y explotó el nacimiento del río Linares entre los siglos VI/V y II a.C., una unidad básica del poblamiento serrano que acabará colaborando con los castros de los valles vecinos del alto Linares con los que se integrará en una unidad política superior fundando una ciudad, Los Casares de San Pedro Manrique, en torno a los siglos IV-III a.C.
Más allá del castro, existe una tradición que nos contaron en el pueblo, dice que hubo una ermita en Los Castellares, a la que era muy devota una señora de la familia de los Ridruejo, ilustre apellido local. Merece la pena recorrer los cien metros que separan la carretera del castro, ascender los 6 metros que tiene el enorme derrumbe de la torre y adentrarse en Los Castellares: robles, arces, algún pino, mucha piedra enmohecida de las viejas estructuras y, ¡quién sabe!, igual conseguimos dar con algo de esa misteriosa ermita de la que hoy solo queda una tradición oral.
http://www.idoubeda.com/2015/06/la-ermita-de-los-castellares-san-andres.html
Texto: Eduardo AP. Imágenes: Eduardo AP y Antonio LC.
Bibliografía básica:
Romero Carnicero, F. (1991): Los Castros de la Edad del Hierro en el Norte de la Provincia de Soria.
Alfaro Peña, E. (2005): Castillejos y Villares. Modelos de poblamiento antiguo en el interior del Sistema Ibérico.