Villar de Maya (Villar del Río)
LOS CASTILLEJOS DE MAYA
Este singular poblado castreño fue dado a conocer, como otros muchos del Cidacos, por Pilar Pascual e Hilario Pascual. Su acceso aparece y está señalizado en el libro divulgativo Pelendones indicado en la bibliografía inferior, en el que se proponen recorridos senderistas por una serie de castros emblemáticos.
Se puede llegar tanto desde Villar del Río como desde Villar del Maya. Desde Villar del Río puede hacerse andando, remontando por pista de parcelaria el río Ostaza o Rinaragre que asciende por su margen izquierda. Recorridos unos 3,5 km, la pista cambia de margen. Una vez en la margen derecha dejamos a unos 500 m a poniente el remate del espigón fluvial en el que emplazan Los Castillejos. Otra opción, ahora desde la carretera de Villar del Río a Villar de Maya/Santa Cruz de Yanguas, es coger la pista de parcelaria que sale desde el punto kilométrico 26. Recorridos unos 300 m nos desviaremos otros 300 m por otra pista que sale hacia el norte. A esos 300 m, antes de empezar a caer hacia el Ostaza, nos desviaremos hacia el este campo a través unos 400 m. A esa distancia nos encontraremos con la torre occidental de Los Castillejos.
El topónimo en plural de Los Castillejos no es gratuito, dos son las torres o bastiones que cierran el espigón fluvial, ambas precedidas de foso. En la duplicidad de este sistema defensivo hay que ver una evolución en el poblado castreño, quizás debida a un crecimiento demográfico. Primero se construyó la torre/muralla oriental, donde abundan los materiales cerámicos tanto a mano (los más antiguos) como a torno. Parece que se quedó pequeño, construyéndose unos 80 m más a poniente idéntico sistema defensivo, torre-muralla más foso. A su cobijo los materiales cerámicos son mayoritariamente los cerámicos a torno, más modernos. La amplitud de este poblado es notable pues al espacio protegido por ambos castillejos hay que sumar el de Las Veguillas lugar castreño situado en la colina situada al otro lado de la vaguada sobre la que caen Los Castillejos por el norte, y con las que conformarían (Castillejos más Veguillas) una unidad poblacional, pues sólo les separan escasos 150 m en vuelo y tienen idéntica cultura material.
Estos materiales son las ya descritas cerámicas a mano y a torno de tipo celtibérico, además de los habituales molinos de vaivén o barquiformes. Es de señalar que en la cima de la torre oriental, la primigenia, hay un gran socavón con dos vanos de cara al interior (¿accesos?), circunstancia difícilmente explicable si pensamos en su reaprovechamiento como estructura posterior, tradicional. En el supuesto de que este socavón fuese de la estructura originaria, estaríamos ante un espacio superior de la torre habilitado. Tanto en la torre este como en la oeste, aún puede verse parte de su lienzo original.
Los Castillejos de Maya se corresponden por tanto con un castro que tiene su origen avanzada la Primera Edad del Hierro (VI-V a.C.), alcanzan su mayor desarrollo durante la plenitud celtibérica en Tierras Altas (IV-II a.C.), donde se muestran como un poblado muy pujante por su crecimiento demográfico-espacial, para desaparecer antes de la generalización del molino circular, del que no hay testimonios. Le sustituirá como poblado dominante en la confluencia de Cidacos y Ostaza el yacimiento celtibérico final de Las Gimenas de Villar del Río, que acabará por convertirse en el pequeño núcleo urbano que dominó todo el Cidacos soriano.
Texto: Eduardo AP. Imágenes: Eduardo AP y Antonio LC.
Bibliografía básica:
Pascual, P.; Pascual H. (1984): Carta arqueológica de La Rioja. I. El Cidacos.
Alfaro Peña, E. (2005): Castillejos y Villares. Modelos de poblamiento antiguo en el interior del Sistema Ibérico.
Benito Batanero, J. P.; Tabernero, C.; Sanz A.; Guillen, R. (2006): Pelendones. Castros célticos en la Serranía norte de Soria.